Esto ha sido lo más destacado del AI For Good Global Summit 2025

Ginebra ha sido el epicentro del debate global sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA) con la celebración de la Cumbre Mundial AI for Good 2025. Liderada por la ONU, el encuentro ha estado enfocado en orientar la inteligencia artificial hacia el bien social y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En un contexto donde los avances en IA superan la capacidad regulatoria actual, la cumbre ha reunido durante cuatro días a representantes gubernamentales, líderes tecnológicos, académicos y organizaciones civiles de todo el mundo, en un llamado urgente para abordar los riesgos y las oportunidades que plantea esta tecnología.

Gobernanza global y cooperación internacional

La cumbre ha subrayado la necesidad crítica de una gobernanza inclusiva de la IA y de establecer marcos regulatorios internacionales que garanticen un desarrollo seguro y responsable. Doreen Bogdan-Martin, secretaria general de Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), advirtió que “el mayor riesgo que enfrentamos no es que la IA elimine a la humanidad, sino que se implante de forma generalizada sin comprender plenamente sus implicaciones para las personas y el planeta”. De hecho, la UIT reveló que el 85% de los países carece de una estrategia nacional de IA. 

En este sentido, la Ley de IA de la Unión Europea fue ampliamente discutida como un modelo potencial para otras regiones, al equilibrar innovación con protección de derechos fundamentales. Así, se destacó la importancia de una cooperación multilateral, la necesidad de intensificar el diálogo entre gobiernos, empresas y sociedad civil para definir estándares comunes, y de acelerar las políticas públicas y la educación para alcanzar el ritmo de la tecnología.

Inclusión y equidad en la era digital

Otro eje central ha sido la necesidad de garantizar que la revolución de la IA no deje a nadie atrás. Se han expuesto diversas estrategias para reducir la brecha digital, fomentar la alfabetización tecnológica y asegurar que las comunidades marginadas también se beneficien de los avances en IA:

  • Apostar por iniciativas de democratización de la IA, como recursos abiertos y formación masiva. 
  • Diversificar los equipos de desarrollo de IA, tanto en términos de género como de procedencia geográfica y cultural, para evitar sesgos y asegurar que los sistemas reflejen una pluralidad de valores.
  • Cerrar la brecha entre países desarrollados y en desarrollo en cuanto a acceso a tecnología, datos y capacitación.

Transparencia, ética y confianza

La confianza en los sistemas de IA fue otro de los pilares del evento. Se debatió sobre la necesidad de desarrollar tecnologías explicables, auditables y seguras, especialmente en aplicaciones críticas como la justicia, la salud o la seguridad pública. Meredith Whittaker, presidenta de Signal Foundation, llamó tanto a gobiernos como a ciudadanos a plantear preguntas básicas sobre cada sistema de IA: ¿Qué hace exactamente este algoritmo? ¿Con qué datos fue entrenado? ¿Quién lo supervisa? Solo así podremos exigir rendición de cuentas.

IA para el desarrollo sostenible

Más allá de la firme consciencia por los retos que plantea la IA, el tono general de la cumbre ha sido optimista ante el potencial transformador de esta tecnología. Los paneles destacaron múltiples ejemplos positivos:

  • Mejora de la salud: detección temprana de enfermedades, diagnóstico asistido en zonas rurales, triage en zonas de emergencias, etc.
  • Gestión ambiental:  monitoreo de la biodiversidad, predicción de fenómenos climáticos extremos, recolección de residuos urbanos, etc.
  • Educación y capacitación: tutores virtuales, plataformas de upskilling, formación personalizada en regiones con escasos recursos, etc.

Estos casos demostraron que, bien aplicada, la IA puede ser un catalizador para un desarrollo más equitativo y sostenible. En general, la Cumbre ha dejado claro que el futuro de la inteligencia artificial no está escrito, si no que dependerá de las decisiones que tomemos hoy: cómo diseñamos, regulamos y aplicamos estas tecnologías.  

Desde Forética, creemos que la IA tiene un potencial enorme para impulsar nuestros objetivos ambientales, sociales o de gobernanza. No obstante, la responsabilidad de encauzar la IA hacia la sostenibilidad es compartida, y sin duda requiere la implicación de todas las partes. Es por ello por lo que, con la colaboración de nuestros socios, hemos lanzado un Manifiesto por una IA Responsable y Sostenible. Este documento no solo cuenta con el respaldo de 76 empresas y organizaciones, si no que ha derivado en un grupo de trabajo para tangibilizar los principios que proponemos y transformarlos en acción. Así, las empresas que han decidido formar parte de nuestra iniciativa de IA Responsable, ya están trabajando en el desarrollo y mejora continua de políticas corporativas que permitan desplegar la IA al servicio de las personas y del planeta.

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