Como ambientóloga este año apuesto por la naturaleza y elijo, no uno sino dos ODS porque juntos la representan mejor. Los ODS 14 de Vida Submarina y 15 de Vida de Ecosistemas Terrestres representan el planeta y la protección de la naturaleza de forma clara y directa y merecen un espacio protagonista en la agenda de países y empresas.
Sabemos que la naturaleza es la que sustenta la Agenda 2030. Sin un planeta sano no va a estar en nuestra mano garantizar un desarrollo social y económico para todos y alcanzar los objetivos a 2030, por más esfuerzos que se dediquen. Estudios de Naciones Unidas incluso cuantifican esta relación positiva entre naturaleza y ODS: necesitamos un stock de capital natural entre un 30 y un 83% superior al actual para la consecución de 14 de los 17 ODS.
Sin embargo, lejos de avanzar en este sentido, un año más vemos cómo ejercemos una mayor presión sobre los recursos naturales, habiendo llegado el 2 de agosto de 2023 al día de la sobrecapacidad de la tierra a nivel global y, mucho antes, el 12 de mayo de 2023, en el caso de España. Estas fechas marcan el momento en el que entramos en déficit ecológico, es decir, nuestra demanda de recursos y servicios ecosistémicos supera a lo que la tierra puede regenerar.
Hemos de frenar e invertir esta tendencia y, ojalá, la aprobación en diciembre de 2022 del Marco Global de Diversidad Biológica de Kunming-Montreal suponga una aceleración al nivel de ambición, compromiso, acción y colaboración entre países, sociedad civil y sector privado para, entre todos, proteger el 30% de la tierra, agua y océanos, recuperar el 30% de los espacios degradados y movilizar 30.000 millones de USD de financiación para la naturaleza. El llamamiento al sector privado ha sido rotundo, por su rol clave, y la movilización que se ha iniciado de la mano de las empresas líderes, muy relevante como ya se vio en la COP 15 en Montreal. Así lo vemos también desde Forética en la iniciativa Nature Business Ambition en la que estamos ya enfocados en pasar a la acción y contribuir en este sentido.
De esta forma, estaremos en la senda de cumplimiento de las metas previstas en los ODS 14 y 15 y, por tanto, facilitando que los demás objetivos puedan ser, también, una realidad. La pregunta que nos hemos de hacer no es si estamos a tiempo de cumplir los ODS, sino cómo podemos sumar cada persona, cada organización y cada país nuestra contribución para efectivamente cumplirlos. Porque las cuestiones que se abordan en los 17 objetivos son serias, urgentes e importantes para las personas y para el desarrollo de la economía, el bienestar y el planeta. Y aunque en ocasiones pueda cuestionarse si ciertas metas en materia de sostenibilidad son demasiado ambiciosas, siempre será mejor apuntar alto para quedarnos lo más cerca posible.
Artículo publicado originalmente en DiarioResponsable: https://diarioresponsable.com/opinion/35847-ods14-y-15-vida-submarina-de-ecosistemas