Alineado con las últimas tendencias en materia Ambiental, Social y de Buen Gobierno (ASG), el Grupo Castillo de Canena, productores y comercializadores de uno de los mejores AOVES del mundo, en su continuo compromiso con y por la sostenibilidad en todos los ámbitos, ha dado un paso más en esta senda, implantando en su estrategia empresarial un Sistema de Gestión Ética y Socialmente Responsable, la norma SGE 21. Esta certificación tiene correspondencia con los principales marcos de transparencia y reporting para maximizar sinergias (Pacto Mundial, GRI, SA8000…), siendo compatible con otros Sistemas de Gestión tradicionales y sus correspondientes certificaciones en materia de Calidad, Procesos, Medio Ambiente, Seguridad y Salud, con los que el Grupo ya cuenta.
Forética, propietaria de la norma, otorga este certificado SGE 21 a aquellas empresas cuyo Sistema de Gestión Ética y Socialmente Responsable supera satisfactoriamente la auditoría realizada por una entidad certificadora externa, realiazada en este caso por DNV, y la ratificación del Comité de Certificación, que es el órgano que garantiza que la empresa ha implantado un sistema de gestión que permite controlar y dar seguimiento a contingencias relativas a la Responsabilidad Social en un ciclo de continua mejora.
El nuevo Sistema de Gestión y Responsabilidad Social se estructura/articula en nueve áreas críticas, las cuales dan respuesta a todos los grupos de interés o G.I. (stakeholders) con los que el Grupo se relaciona y está en continuo diálogo para detectar sus necesidades, expectativas, puntos de mejora y nivel de satisfacción.
Los órganos de dirección del Grupo Castillo de Canena han sido claves para incorporar una cultura responsable en el Grupo y apostar por mejorar la reputación de esta empresa como responsable, innovadora y sostenible dentro del sector oleícola en donde desarrollan su actividad.
La declaración de intenciones del Grupo Castillo de Canena ha recogido tres documentos: Política de RSC, Credo Corporativo y Política Anticorrupción.
Los G.I. con los que nos interrelacionamos afectan al cambio de la Organización, Alta Dirección, personas que forman parte del equipo de Castillo de Canena, clientes y consumidores finales, proveedores y cadena de suministro, entorno social y medio ambiental, inversores, competidores y Administraciones Públicas.
Los indicadores que establece la norma son evaluables objetivamente y susceptibles de la validación externa de nuestras políticas corporativas en materia de RSC.
Castillo de Canena, pionera en el sector oleícola
“Con la obtención de esta certificación SGE 21, el Grupo Castillo de Canena completa en un arco de 360 grados todos sus procesos de calidad y de exigencia en relación con la totalidad de sus grupos de interés, validando sus políticas corporativas y su compromiso con la sociedad, el medio ambiente y la transparencia y buen gobierno”, en palabras de Rosa y Francisco Vañó, dirigentes del Grupo Castillo de Canena. Ambos han expresado asimismo su “satisfacción por haber sido pioneros en obtener la primera Norma certificable a nivel europeo en materia de Responsabilidad Social Corporativa”.
Por todo ello y por la necesidad de adelantarse a los retos que presenta esta sociedad en continuo cambio, Castillo de Canena se posiciona como la primera empresa del sector oleícola en conseguir certificarse en la norma SGE 21: 1ª norma europea certificable en RSC, que establece los requisitos que debe cumplir una organización para integrar en su estrategia y gestión los retos sociales y ambientales, integración estratégica de los valores de la organización en todos sus procesos y actividades. A día de hoy, 150 empresas y organizaciones en cinco países (España, Portugal, Colombia, Chile y Perú) están certificadas según la SGE 21.
Por su parte, el Director General de Forética, Germán Granda, ha destacado la importancia de la obtención de este certificado para el Grupo Castillo de Canena, «al permitir implantar sus políticas de gestión ética y RSE de forma eficiente en sus procesos, así como establecer objetivos e indicadores que avalen su cumplimiento y generen una cultura de mejora continua que se anticipe a retos sociales, ambientales y de buen gobierno».
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