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Día Internacional contra el Trabajo Infantil: la diligencia de las empresas y la colaboración como palancas clave 

El 12 de junio se conmemora el Día Internacional Contra el Trabajo Infantil, una fecha crucial para reflexionar sobre la situación global de millones de niños y niñas que, en lugar de disfrutar su infancia y recibir educación, se ven obligados a trabajar en condiciones adversas. Esta problemática no solo priva a los niños de sus derechos fundamentales, sino que también perpetúa el ciclo de pobreza y desigualdad. 

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF, en 2020 alrededor de 160 millones de niños en el mundo están involucrados en el trabajo infantil. La mayoría de estos niños trabajan en el sector agrícola (70%), seguido por el sector de servicios (20%) y el sector industrial (10%). El trabajo infantil es más prevalente en África Subsahariana, pero también es significativo en Asia, el Pacífico, América Latina y el Caribe1

A lo largo de las décadas, la comunidad internacional ha desarrollado diversos instrumentos para combatir el trabajo infantil, como Convenios de la OIT, Convenciones de Naciones Unidas y metas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Sin embargo, desde 2016 hasta 2020 el número de niños involucrados en el trabajo infantil ha aumentado en 8.4 millones poniendo de manifiesto que sigue siendo una tarea pendiente en las agendas estatales y empresariales. Este incremento ha sido impulsado en gran parte por la pandemia de COVID-19, que ha exacerbado la vulnerabilidad de las familias y ha llevado a muchos niños a trabajar para ayudar a sostener a sus hogares. Hace apenas unas semanas, la Unión Europea (UE) daba un paso significativo en la lucha contra el trabajo forzoso con la aprobación de un nuevo reglamento (Forced Labour Regulation- FLR) destinado a prohibir productos vinculados a esta práctica en su mercado, que complementa la Directiva sobre Debida Diligencia en sostenibilidad (CSDDD). Lo que supone hito importante en la promoción de prácticas laborales justas y la protección de los derechos humanos. 

Las empresas y las ONG juegan un papel fundamental en la lucha contra el trabajo infantil. Algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para trabajar en la erradicación son: 

  • Establecer políticas que prohíban el trabajo infantil en sus operaciones y en toda su cadena de valor. 
  • Sensibilizar a proveedores y comunidades sobre los derechos de la infancia y la prohibición del trabajo en niños. 
  • Invertir en programas educativos y de formación profesional para los niños y sus familias puede reducir la dependencia del trabajo infantil. 
  • Ser transparentes y rendir cuentas acerca de sus esfuerzos y retos para combatir el trabajo infantil. 
  • Llevar a cabo acciones de trazabilidad y control en la cadena de valor de sus productos y servicios. 
  • Trabajar en conjunto con ONG especializadas y autoridades locales para implementar soluciones y fortalecer las políticas públicas de protección infantil. 

El Día Internacional contra el Trabajo Infantil nos recuerda la urgencia de erradicar esta grave vulneración de los derechos humanos. Al adoptar políticas responsables, invertir en educación y colaborar con otros actores, las empresas pueden contribuir a un futuro en el que ningún niño tenga que trabajar en lugar de aprender y jugar. 

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