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Sostenibilidad en el sector salud y el gran reto de las cadenas de valor 

El sector de la salud tiene un peso fundamental en los sistemas globales, no solo en términos económicos, sino también por su capacidad de innovación, generación de empleo y su enorme potencial de impacto positivo en la calidad de vida de personas y sociedades. Ha quedado demostrado cómo un sistema de salud resiliente con capacidad de ofrecer respuestas rápidas y coordinadas es clave para el desarrollo de países y comunidades.  

En la actualidad, el sector se enfrenta a retos complejos y nuevas exigencias regulatorias en materia de sostenibilidad, tanto desde una perspectiva ambiental, como social y de buena gobernanza. En este contexto, la trazabilidad de las cadenas de valor y la colaboración entre los distintos agentes que las componen se vuelve más importante que nunca. Con esta base, Forética lanza el Grupo “Sostenibilidad en el sector Salud”, una plataforma que reúne a los principales actores de la cadena de valor del sector de la salud para trabajar de manera conjunta en proyectos de sostenibilidad que aborden los retos comunes de manera integral.  

La perspectiva ambiental. En línea con los ambiciosos objetivos climáticos de la UE, el sector de la salud se enfrenta al gran reto de la descarbonización. En los últimos años, las empresas del sector han hecho grandes esfuerzos en campos como el fomento de energías limpias o la reducción de emisiones en los procesos de fabricación, almacenamiento y distribución de productos. Sin embargo, el asunto más complejo sigue siendo la medición y reducción de las emisiones de alcance 3, para lo cual es absolutamente necesaria la colaboración estrecha entre los distintos agentes de la cadena de valor. Hasta ahora, los esfuerzos en esta materia han estado más centrados en la mitigación del cambio climático, sin embargo, el agravamiento gradual de los fenómenos climáticos hace que cada vez sea más necesario poner el foco también en las medidas de adaptación. 

Si hablamos de la vertiente ambiental de la sostenibilidad, la circularidad tiene un papel protagonista también. La gestión responsable de los residuos y el agua es fundamental para alcanzar esos objetivos de descarbonización y dar respuesta a las nuevas regulaciones en la materia. Sin embargo, la naturaleza de los residuos en un sector como el de la salud, hace que adoptar un enfoque circular sea especialmente complejo en algunos casos.  

El rol de la sostenibilidad social. En el terreno social, a las tendencias intersectoriales como son el fomento de los asuntos DEI, o la transición justa, se unen cuestiones que afectan de manera específica a este sector. En este sentido, resuenan asuntos como las desigualdades en el acceso a la salud (especialmente en áreas rurales o colectivos vulnerables) o el desajuste entre la oferta y la demanda de personal sanitario (según Deloitte1, se proyecta una escasez de 10 millones de trabajadores de la salud a nivel mundial para 2030)., se proyecta una escasez de 10 millones de trabajadores de la salud a nivel mundial para 2030). 

En busca de la transparencia. En materia de gobernanza, la transparencia cobra un peso esencial en todas sus vertientes, y así lo materializa el regulador a través de distintas normas que buscan tanto la transparencia a nivel de alegaciones (paquete de directivas europeas contra el greenwashing) como a nivel de la información corporativa de sostenibilidad que reportan las empresas (CSRD). La entrada en vigor de normativa como la CSRD o la CSDDD, hace necesario un aumento de los esfuerzos de las empresas para conseguir una mayor trazabilidad y comprensión de sus cadenas de valor. 

Si hablamos de retos, oportunidades y tendencias en materia de sostenibilidad en el sector salud, no puede obviarse la Inteligencia Artificial. Con infinitas aplicaciones, la IA (y, concretamente, la IA generativa) está suponiendo una verdadera revolución en campos como la investigación, el diagnóstico, la prevención o la atención al paciente. En este sentido, su uso responsable es fundamental en ámbitos como -entre muchos otros- la protección de datos (en un sector donde son especialmente sensibles), la seguridad del paciente y la no deshumanización en la relación médico-paciente. 

La necesidad de un esfuerzo compartido. Para dar respuesta a estos retos, resulta imprescindible que esta respuesta sea coordinada y transversal entre los distintos agentes de la cadena de valor del sector de la salud: proveedores de servicios de salud, empresas farmacéuticas, aseguradoras, sector público, organizaciones del tercer sector, proveedores, tecnológicas… La trazabilidad y colaboración estrecha entre cada uno de los eslabones de la cadena se vuelve imprescindible. 

Referencias:

  1. 2024 Global Health Care Sector Outlook: Navigating Transformation – Deloitte ↩︎

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