Cada vez más empresas apuestan por impulsar una cultura de bienestar en sus organizaciones y apostar por la salud de sus empleados. Este es un aspecto cada vez más valorado y hacerlo posible supone abandonar el tradicional enfoque preventivo y avanzar hacia un enfoque más global que incluya los nuevos retos de la salud en las organizaciones.
La salud y el bienestar de los empleados y, en particular, los riesgos de padecer enfermedades psicosociales, es uno de los grandes temas en materia de sostenibilidad en las empresas en nuestros días. Tal es así que el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) introduce este riesgo como un tema de creciente de creciente importancia en la agenda de sostenibilidad global. Además, hace tan solo unos días la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó el síndrome del trabajador quemado en la lista de trastornos de la salud. Con ello vemos que el compromiso de las organizaciones con la salud y el bienestar de sus empleados asume cada vez un mayor protagonismo.
Indudablemente, nos encontramos ante un momento de profundas transformaciones en los entornos de trabajo. Esto es resultado de un cambio en los valores de los trabajadores, se habla incluso de la importancia del “salario emocional”, pero también es resultado de los grandes cambios organizacionales que supone la Industria 4.0. Mayor autonomía y flexibilidad, fomento del teletrabajo, nuevos procesos como resultado de la digitalización y la automatización… son solo algunos de los principales cambios.
Esta nueva realidad genera una nueva concepción de trabajo y nos sitúa ante un escenario incierto que genera nuevos riesgos laborales y por tanto se requieren respuestas innovadoras por parte de las organizaciones, sin perder de vista que los riesgos tradicionales aún no han sido superados por completo. Otro de los retos es cómo poner a los individuos en el centro de estas transformaciones y garantizar que la tecnología está a su servicio.
Todos estos asuntos fueron algunos de los temas centrales del Congreso de Ágora Bienestar, en el que participamos desde Forética. Este foro se ha convertido en los últimos años en un referente nacional tanto en el ámbito de la salud individual como a nivel empresarial. Se abordaron los retos que la implantación de nuevas tecnologías y técnicas en los lugares de trabajo. Un buen ejemplo de ello es el caso del teletrabajo cuya implicación tiene ciertas implicaciones directas como son: una línea más estrecha entre trabajo y vida personal, desarrollo de nuevas competencias de liderazgo, desaparecen los momentos informales de convivencia importantes para la cohesión de equipo y puede ser un obstáculo para el desarrollo de la motivación entre los empleados.
Desde Forética coordinaremos con grandes empresas españolas en el Grupo de Acción de Salud y Sostenibilidad para trabajar estos aspectos. En definitiva, es innegable que los espacios de trabajo están cambiando, las demandas de los empleados se complejizan y las empresas tienen que asumir un rol reforzado como promotores de salud y bienestar en sus organizaciones.