Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, un día más que necesario para llevar a cabo una reflexión global de cómo estamos influyendo en el presente y el futuro de nuestros recursos hídricos. Sin duda, el agua representa un eje central de la sostenibilidad, ya que es fundamental para el desarrollo socioeconómico de los países, la energía y la producción de alimentos, para conseguir ecosistemas saludables y para la propia supervivencia de los seres humanos.
Por eso, la consideración del agua como un asunto material para la humanidad es urgente, evidenciada por muchos ejemplos que ponen de manifiesto su importancia para la estabilidad, la prosperidad y la paz en el mundo, así como para asegurar la sostenibilidad del sector empresarial.
Según datos del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), en los próximos treinta años tendrá lugar una demanda creciente de agua en los principales sistemas económicos globales. Concretamente, se espera que este incremento en la demanda de recursos hídricos sea del 40-50% en el sistema agroalimentario, entre un 50-70% en el sector industrial y hasta un 85% en el sector energético. Esta demanda futura, sin duda, requiere una acción inmediata y un cambio disruptivo en la manera en que las empresas llevan a cabo la gestión del agua en sus operaciones, que ha llevado también a los inversores a considerar la excelencia en la gestión del agua como un requisito para asegurar la sostenibilidad de sus carteras de inversiones.
En este contexto, el WBCSD, del que Forética es el representante en España, acaba de lanzar su guía para CEO para la gestión del agua, que pretende contribuir a una acción de las empresas en todo el mundo, independientemente de su sector y de su tamaño. En la guía se visibilizan los casos de éxito empresariales, la relación entre el agua y los riesgos de negocio, así como las oportunidades asociadas a la gestión del agua desde el punto de vista corporativo.
Además, se identifica una hoja de ruta de siete pasos para que las organizaciones integren la gestión responsable del agua en sus estrategias partiendo del compromiso de la alta dirección, contribuyendo con la minimización de riesgos a partir de la puesta en marcha de soluciones de impacto para hacer frente a los retos asociados al agua. A continuación, se detallan los siete pasos propuestos:
- Asegurar la supervisión al más alto nivel para integrar el agua en la estrategia y la planificación del negocio
- Establecer objetivos y metas significativas y ambiciosas en todas las escalas: a nivel de cada unidad de negocio, a nivel de país y a nivel global
- Valorar los riesgos y oportunidades asociadas a la gestión responsable del agua para la organización
- Implementar soluciones y acciones innovadoras para lograr las metas y objetivos
- Trabajar conjuntamente con otros grupos de interés para abordar los riesgos y maximizar las oportunidades asociadas a la gestión del agua
- Crear conciencia y compromiso entre los empleados, proveedores y consumidores.
La gestión del agua también es un aspecto clave para nuestro país, que se pone de manifiesto en el borrador de la Estrategia Española de Economía Circular. España 2030, donde se ha integrado la reutilización de agua como uno de los sectores prioritarios para el país si queremos avanzar hacia el nuevo modelo económico que propone la economía circular.
Sin duda, desde Forética, seguiremos buscando el compromiso y acompañando a las empresas en la gestión responsable de los recursos naturales a través de iniciativas, como el Grupo de Acción de Economía Circular, el Clúster de Cambio Climático, la Norma SGE 21 y otras acciones, como Vida Sostenible en Ciudades, en las que la gestión del agua se presenta como un eje clave de aquellas empresas socialmente responsables.