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La gestión de los riesgos ESG en el Clúster de Cambio Climático: en busca de la resiliencia

El pasado miércoles 10 de julio las 50 empresas que constituyen el Clúster de Cambio Climático -liderado por Bankinter, Grupo Cooperativo Cajamar, IKEA, LafargeHolcim, Naturgy y Nestlé e impulsado por Forética- tenían una cita en Madrid para continuar aprendiendo, compartiendo y demostrando su liderazgo en acción climática.

El Clúster, como plataforma empresarial líder en España, avanza paralelamente en dos campos (1) facilitar a las empresas la información y herramientas más útiles y actualizadas que les permitan incorporar el cambio climático en sus estrategias y (2) poner en valor la contribución positiva que están haciendo las empresas líderes en la lucha contra el cambio climático.

A través de este doble enfoque contribuimos a acelerar el cambio requerido para avanzar hacia los objetivos establecidos a nivel global por, entre otros, el Acuerdo de Paris o la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas en su objetivo 13.

En este contexto, durante el año 2019, el enfoque de trabajo del Clúster se centra en la transformación necesaria y urgente de los modelos de negocio para lograr una economía baja (o incluso neutra) en carbono. Del mismo modo que la Comisión Europea declara en su estrategia a largo plazo Un planeta limpio para todos. La visión estratégica europea a largo plazo de una economía próspera, moderna, competitiva y climáticamente neutra que para 2050 “la Unión Europea debería ser la primera de las grandes economías en conseguir cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, y demostrar que unas emisiones netas cero pueden ir de la mano de la prosperidad y desarrollo económico”.

La consecución de una economía baja o neutra en carbono pasa por la necesidad de que cada agente implicado asuma su responsabilidad, entienda su contexto y desarrolle sus propias estrategias. Esto supone, en concreto para el sector empresarial, además del compromiso al más alto nivel, que los profesionales de los equipos de medio ambiente, sostenibilidad, riesgos y negocio, trabajen coordinados y cuenten con los conocimientos y herramientas oportunas.

Uno de los aspectos clave en la dirección y gestión de empresas es la observación y valoración del riesgo, como punto de partida para el desarrollo de las correspondientes estrategias corporativas y la toma de decisiones. En el contexto de la sostenibilidad, y en concreto del cambio climático, ocurre igual: una correcta identificación de los riesgos es fundamental.

Precisamente en la última reunión del Clúster, de la mano del equipo de Redefining Value del WBCSD, tuvimos la oportunidad de profundizar en la Gestión de los Riesgos ESG (ambiental, social y de gobierno corporativo) a través de la hoja de ruta que establecen COSO y WBCSD en la guía Enterprise Risk Management. Applying enterprise risk management to environmental, social and governance-related risks. Ésta se basa en los siguientes 5 pasos que a su vez se concretan en 20 principios claros y directamente aplicables y adaptables en función de las necesidades y realidad de cada organización o empresa (puede consultarse el resumen ejecutivo de la guía aquí).

Esta guía permite poner en conexión a los profesionales de riesgos y los de sostenibilidad, dos departamentos cuya comunicación y colaboración es imprescindible a día de hoy para garantizar la resiliencia de la empresa. Y es que la gestión de los riesgos implica no solo minimizar los efectos negativos (que son muy claros cuando hablamos de los impactos del cambio climático, en especial en determinados sectores) sino también aprovechar los positivos, es decir, las oportunidades que se derivan de, por ejemplo, el desarrollo de nuevos mercados o negocios más eficientes en costes.

Como declara Larry Fink, CEO de BlackRock “La responsabilidad que tiene una empresa de abordar los asuntos ambientales, sociales y de gobierno corporativo refleja el liderazgo y el buen gobierno esencial para que se dé un crecimiento sostenible, razón por la que cada vez integramos más estas cuestiones en nuestro proceso inversor”

Una vez más, hablar de riesgos, oportunidades y sostenibilidad, es hablar de competitividad y atracción de inversión.  

 

 

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