Paquete Ómnibus I: claves del nuevo marco europeo de sostenibilidad y su impacto en las empresas
  • Te contamos el contexto, los cambios en la CSRD y la CSDDD, los efectos para las compañías europeas y los próximos pasos para la transposición en España

La aprobación del Paquete Ómnibus I por el Parlamento Europeo el 16 de diciembre de 2025 (con 428 votos a favor, 218 en contra y 17 abstenciones) marca un punto de inflexión en la evolución del marco regulatorio de sostenibilidad en la Unión Europea. Tras años de aceleración normativa vinculada al Pacto Verde Europeo, la Comisión, el Parlamento y el Consejo han acordado un conjunto de reformas orientadas a simplificar obligaciones, reforzar la seguridad jurídica y preservar la competitividad, sin renunciar a la ambición climática y social.

Desde Forética, a través de nuestra Sustainability Business Intelligence Unit, hemos analizado en profundidad el contenido del paquete aprobado y sus implicaciones para las empresas, especialmente en relación con la CSRD y la CSDDD.

Contexto: por qué surge el Paquete Ómnibus

Desde el consenso alcanzado con el Acuerdo de París en 2015, la regulación en sostenibilidad ha crecido de forma exponencial en Europa. Este impulso ha sido clave para elevar el compromiso empresarial, pero también ha generado efectos no deseados: aumento de la carga administrativa, complejidad normativa y dudas sobre su impacto real en la competitividad europea.

En su segundo mandato, la Comisión liderada por Ursula von der Leyen ha apostado por un reajuste estratégico, alineado con la Brújula para la Competitividad, para asegurar que la sostenibilidad siga siendo un motor de crecimiento y no un freno para la economía europea frente a EE. UU. y China.

¿Qué incluye el Paquete Ómnibus I?

El Paquete Ómnibus I introduce modificaciones relevantes en cuatro grandes ámbitos:

  • CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive)
  • CSDDD (Corporate Sustainability Due Diligence Directive)
  • Taxonomía Europea
  • Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM)

Además, se consolida la Directiva conocida como “Stop-the-clock”, que reordena plazos y elimina el sistema de “olas” para la aplicación de la CSRD.

Principales implicaciones para las empresas

Entre los cambios más relevantes destacan:

  • Nuevo umbral de aplicación de la CSRD, centrado en grandes empresas con más de 1.000 empleados y volumen de negocios neto superior a 450 millones de euros. Nuevo umbral también para la CSDDD, grandes empresas con más de 5.000 empleados y volumen de negocios neto superior a 1.500 millones de euros.
  • Retraso en los plazos de aplicación y mayor claridad sobre los calendarios de reporte.
  • Simplificación del alcance de la verificación y de los requisitos en la cadena de valor.
  • En la CSDDD, un enfoque más flexible y basado en riesgos, eliminando el mapeo exhaustivo de la cadena y los planes obligatorios de transición climática.
  • Topes armonizados al régimen sancionador, reduciendo la inseguridad jurídica.

En paralelo, EFRAG ha avanzado en la simplificación de los ESRS, con una reducción significativa de los datapoints obligatorios y un mayor foco en la utilidad real de la información para la toma de decisiones.

España ante la transposición del nuevo marco ESG

El nuevo paquete Ómnibus entrará en vigor 20 días después de su publicación en Diario Oficial de la Unión Europea. Esta aprobación abre ahora el proceso de transposición nacional, especialmente relevante en el caso de la CSRD y la CSDDD, que no son de aplicación directa.

España dispone de un plazo de 12 meses para adaptar su legislación al nuevo marco. Persisten, no obstante, incógnitas clave:

  • El futuro del EINF
  • El tratamiento de las filiales españolas de grupos europeos
  • El margen del regulador nacional para ir más allá de la norma europea

Mientras tanto, organismos como el ICAC y la CNMV han recomendado a las empresas mantener un enfoque prudente y seguir avanzando en la integración de la sostenibilidad.

Más allá del cumplimiento: una oportunidad estratégica

Pese al contexto de ajuste regulatorio, los datos muestran que la mayoría de las empresas que ya venían reportando seguirán haciéndolo, independientemente de la obligación legal. El Paquete Ómnibus I no supone una marcha atrás, sino una evolución hacia un modelo más eficaz, estratégico y orientado a impacto.

En este nuevo escenario, 2026 será un año clave de consolidación, en el que las organizaciones más avanzadas podrán convertir su madurez ESG en ventaja competitiva, resiliencia y confianza a largo plazo.

Desde Forética, seguiremos acompañando a las empresas en esta transición.

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