Paquete Ómnibus de la UE: situación actual y qué podemos esperar

Como parte de su enfoque en la competitividad, la Comisión Europea presentó el Paquete Ómnibus en febrero de 2025 con el fin de armonizar la información sobre sostenibilidad en la legislación de la Unión Europea.

Desde Forética, nos hemos adherido a este manifiesto impulsado por varias organizaciones internacionales, que incluye el llamamiento a los responsables políticos de la UE para que simplifiquen la aplicación sin poner en riesgo la integridad de las normas. La declaración expone recomendaciones clave para garantizar que la legislación siga siendo eficaz, aplicable y alineada con las necesidades empresariales.

A continuación, resumimos brevemente el estado de situación en relación con el Paquete Ómnibus[1]. Esta iniciativa tiene como objetivo reducir la carga administrativa de las empresas mediante la simplificación de los requisitos de la directiva sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad corporativa (CSDDD) -prevista para entrar en vigor en 2027- y la directiva sobre la divulgación de información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD), ya integrada en la legislación nacional de 20 países de la UE, con una primera ola de empresas obligadas a informar a mediados de 2025. Esta simplificación también tiene implicaciones en el Reglamento de la Taxonomía de la UE.

Ya adoptado:

  • Directiva “Stop-the-clock”: adoptada y en vigor desde el 17 de abril de 2025. Retrasa las fechas de aplicación de determinados requisitos de la CSRD y de la CSDDD en dos años y un año, respectivamente.
  • Acto delegado de “solución rápida” -‘quick-fix’- de la CSRD: adoptado por la Comisión para introducir cambios en la primera ola de empresas obligadas a informar (grandes compañías cotizadas con más de 500 empleados que ya estaban obligadas a reportar bajo la anterior directiva de información no financiera, y que deben presentar informes conforme a la CSRD en 2025, correspondientes al ejercicio financiero de 2024).

Este acto delegado excluye de la obligación de informar los puntos de datos sobre biodiversidad (ESRS E4), que cubren temas como el uso del suelo, especies invasoras y tasa de ecosistemas, así como ciertos puntos de datos de informes sociales (ESRS S2, 3 y 4). Si en los próximos dos meses el Parlamento y el Consejo no presentan objeciones, este acto entrará en vigor.

Bajo discusión:

Enmiendas propuestas a ambas directivas, como cambios en alcance o calendario. Estas son propuestas por la Comisión Europea y actualmente se negocian entre el Consejo y el Parlamento Europeo.

  • Propuesta de la Comisión Europea
    • Para la CSRD: reducir su alcance hasta en un 80% en cuanto a empresas cubiertas y simplificar los Estándares Europeos de Información sobre Sostenibilidad (ESRS).
    • Para la CSDDD: limitar la diligencia debida en la cadena de valor (ahora restringida a proveedores directos) y modificar los Planes de Transición Climática (las empresas ya no estarían obligadas a implementarlos).
  • Posición del Consejo, adoptada el 23 de junio
    • Para la CSRD: añadir un umbral de ingresos de 450 millones de euros al alcance ya reducido de la propuesta de la Comisión.
    • Para la CSDDD: fijar su ámbito de aplicación en 5.000 empleados y una facturación de 1.500 millones de euros, lo que dejaría fuera a la mayoría de empresas; pasar de un enfoque de diligencia debida basado en la entidad a uno basado en el riesgo, centrado en “áreas donde es más probable que ocurran impactos adversos reales y potenciales”; eliminar la obligación de implementar planes de transición climática; y retrasar el plazo para su transposición a la legislación nacional en un año, hasta julio de 2028.
  • El Parlamento Europeo todavía está negociando su posición, basándose en un informe preliminar publicado por el ponente principal, el eurodiputado sueco Jörgen Warborn, del Partido Popular Europeo (PPE).
    • Propone alinear los ámbitos de aplicación de la CSRD y la CSDDD en un umbral de 3.000 empleados y una facturación neta de 450 millones de euros; limitar los requisitos de información sobre la cadena de valor en la CSRD; y eliminar por completo los planes de transición climática en la CSDDD.
    • Durante la discusión del informe, algunos eurodiputados incluso han sugerido suprimir por completo la CSRD y la CSDDD.

Como próximo paso, el trílogo entre las tres instituciones de la UE se espera para finales de 2025, por lo que puede preverse un texto legal definitivo sobre el Ómnibus a principios de 2026.

Importante destacar que recientemente, el pasado 21 de agosto, la Unión Europea y Estados Unidos anunciaron un acuerdo marco de comercio justo y equilibrado. En él, la UE garantiza que la CSDDD y la CSRD no generen barreras indebidas al comercio transatlántico, protegiendo la competitividad y la innovación. El acuerdo también reduce la carga administrativa para empresas, incluidas las pymes, y revisa la responsabilidad civil y las obligaciones ligadas a la transición climática.

¿Y los ESRS?

El 31 de julio EFRAG publicó los borradores de los Amended European Sustainability Reporting Standards (Amended ESRS). Los cambios propuestos buscan reducir el número de datapoints obligatorios, simplificar la estructura y presentación de los estándares y reforzar su interoperabilidad con marcos internacionales. Entre los principales ajustes destacan la simplificación de la doble materialidad, la mejora de la legibilidad, la eliminación de duplicidades entre requisitos generales y temáticos, la introducción de alivios de carga para las empresas y la publicación de la nueva guía ilustrativa no vinculante para apoyar la implementación. En conjunto, las modificaciones suponen un impacto transversal en todas las entidades que deban reportar bajo ESRS.

Como próximos pasos, el periodo de consulta pública sobre los borradores de Amended ESRS permanecerá abierto hasta el próximo 29 de septiembre. Además, en septiembre EFRAG está llevando a cabo pruebas de campo sobre materialidad y metodologías de salario adecuado, así como un análisis coste-beneficio de las enmiendas. El organismo deberá entregar su asesoramiento técnico definitivo a la Comisión Europea antes del 30 de noviembre, tras lo cual la Comisión revisará la propuesta y adoptará los estándares en un acto delegado. La expectativa es que la simplificación de ESRS y la modificación de la CSRD estén finalizadas para su aplicación obligatoria en el ejercicio 2027, aunque se contempla la opción de adopción anticipada para informes correspondientes al ejercicio 2026 si las empresas así lo desean.

Todos estos avances deberían contribuir a que las empresas puedan gestionar sus impactos, anticiparse y reportar con transparencia, eficacia y relevancia. Así, la claridad normativa se debe convertir en un impulso para la sostenibilidad estratégica, donde la regulación robusta y la practicidad e innovación empresarial caminen de la mano.

[1] Fuente del análisis: Business for Nature

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