Desde Forética hemos elaborado este resumen estratégico para compartiros toda la información relevante sobre las Directrices Políticas de la Comisión Europea 2024-2029 y el futuro Clean Industrial Deal.

Contexto, desafíos y directrices Políticas de la Comisión Europea (2024-2029) 

La nueva Comisión de la UE inicia su mandato hoy, día 1 de diciembre. La Presidenta von der Leyen ya esbozó en verano unas pautas de la agenda 2024-2029 en sus Directrices políticas, complementadas por el informe Dragui de competitividad. Bajo el prisma de la sostenibilidad, estas directrices encargan el desarrollo de un Plan para la prosperidad y la competitividad de Europa que deberá ser presentado en los primeros 100 días del nuevo mandato de la Comisión. 

Las directrices abordan las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos europeos, como la seguridad, la calidad de vida y el acceso a la vivienda, mientras se enfrentan a los desafíos económicos, sociales y ambientales más apremiantes. Un pilar clave es la promoción de un crecimiento sostenible asegurando que la industria europea pueda competir a nivel global frente a economías como las de EE.UU. y China. Para ello, se busca mejorar el acceso al capital, la energía asequible y el talento, profundizar el mercado único europeo y facilitar la innovación mediante la reducción de la burocracia.

En este contexto, se identifican tres grandes retos para la Comisión Europea: primero,  mantener la prosperidad y mejorar la competitividad, que exige demostrar el valor añadido de la UE frente a las potencias globales, fomentando un entorno económico más dinámico y sostenible. Segundo, acordar el nuevo presupuesto, ya que sin los recursos financieros adecuados será difícil cumplir con las prioridades políticas; ahí se hace necesario movilizar más dinero privado para completar los esfuerzos públicos de inversión. Finalmente, gestionar la ampliación de la UE, que incluye los desafíos de integrar nuevos miembros, particularmente de los Balcanes, mientras se asegura el funcionamiento eficaz de la Unión y se gestionan las expectativas de los estados miembros actuales.  

Prioridades Estratégicas Generales, foco en la sostenibilidad ¿qué esperar de los primeros 100 días de mandato? 

La primera prioridad estratégica de la nueva Comisión es lanzar un Nuevo Plan para la Prosperidad y Competitividad Sostenible. La Comisión se enfocará en mejorar la competitividad global de la industria europea. Se abordarán desafíos como los precios y la dependencia energética, la necesidad de acceso a capital y talento, y la desburocratización para facilitar el crecimiento de las pymes y hacer más eficaz y competitivo el tejido empresarial (esto se alinea con la regulación ómnibus que mencionó la Presidenta de la Comisión cuyo objetivo sería combinar la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa o CSRD , la  Directiva sobre debida diligencia en Sostenibilidad Corporativa o CSDDD y la Taxonomía para reducir la carga de reporte). 

El Clean Industrial Deal (o pacto industrial limpio) es el eje angular de este nuevo plan y debe ser esbozado en los primeros 100 días del mandato. Su objetivo principal es la descarbonización de la industria europea, promoviendo la eficiencia energética, la producción de energía limpia y la innovación en sectores clave como la fabricación de semiconductores, biotecnología, inteligencia artificial (IA) y energías renovables. En este marco, se creará un Fondo de Competitividad Europeo que financiará proyectos industriales sostenibles, con especial atención a la energía asequible y la reducción de la dependencia de las importaciones energéticas, facilitando así la transición energética de la UE. 

Además, el Plan pone énfasis en la economía circular, promoviendo políticas de gestión del ciclo de vida de productos como baterías y envases, incentivando su reutilización y reciclaje. También se impulsarán normativas de ecodiseño y la creación de incentivos fiscales que favorezcan la transición hacia una economía más verde. El pacto refuerza la soberanía energética de la UE, priorizando la diversificación de fuentes de energía, con un enfoque particular en el hidrógeno renovable y las energías verdes, para mejorar la resiliencia energética frente a crisis externas. En conjunto, la bioeconomía y la circularidad son esenciales en la transformación hacia un modelo económico más sostenible y competitivo en el largo plazo. 

El Plan, además, se centra en impulsar la digitalización de infraestructuras y servicios públicos, mejorando la conectividad digital profundizando el mercado único digital y la inversión en infraestructuras resilientes y seguras, mientras se asegura que la transición hacia una economía verde sea inclusiva y justa, a través de la inversión en educación y formación profesional para adaptar a los trabajadores a nuevos sectores, apoyando a las regiones más afectadas por la transición energética y ecológica y abordando la pobreza energética. 

Otras prioridades

La Comisión Europea se compromete a apoyar a las personas mediante políticas que fortalezcan las sociedades y el modelo social europeo, mejorando el acceso a la educación, la inclusión social y laboral, y garantizando servicios esenciales. Además, trabaja en preparar la Unión del futuro mediante la sostenibilidad, digitalización y resiliencia. En cuanto a la defensa y seguridad, se ha desarrollado una estrategia industrial para mejorar la preparación y la seguridad del continente. La Comisión también está comprometida con la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria, implementando políticas para proteger los recursos naturales y combatir el cambio climático. La protección de la democracia y la defensa de los valores europeos son fundamentales, con medidas para combatir la desinformación y promover la participación ciudadana. Finalmente, busca fortalecer el papel de la UE en el escenario global mediante la cooperación internacional y el apoyo a países en desarrollo. 

Conclusión

La Comisión Europea, en su mandato 2024-2029, establece como prioridad un enfoque integrado para fortalecer la competitividad global de Europa, asegurar la transición hacia una economía sostenible y digitalizada, y proteger la seguridad económica de sus miembros. Esto se pretende lograr mediante la implementación de políticas innovadoras, el impulso a la inversión privada y colaborando con actores internacionales. La transición energética, el mercado único digital, y la cohesión social son elementos clave para garantizar el futuro sostenible de Europa.