Existe ya un gran consenso en considerar globales los grandes retos ambientales que tenemos que afrontar para permanecer dentro de lo que llamamos “el espacio de actuación seguro para el desarrollo humano”. Y nuestra respuesta, por lo tanto, también debe de ser global.
Sin embargo, no es posible abordar este desafío con un enfoque que incluya únicamente la descarbonización y la eficiencia. Debemos incorporar también los principios de la Economía Circular que nos permitan engranar el reto ambiental con el desarrollo y la evolución de la economía mundial.
Lograrlo supone integrar completamente la Economía Circular en nuestras actividades y procesos, desarrollar un proceso de cambio hacia nuevas formas de producir y consumir y, por supuesto, rediseñar nuestro modelo de negocio.
Pero, a fin de cuentas, estos desafíos a los que nos enfrentamos tienen que ser desarrollados por las personas, y no sólo aquellas que trabajamos en el área de sostenibilidad, sino también y muy especialmente aquellas que trabajan en las líneas de negocio, las que están en contacto con los proveedores, las que diseñan los productos y las que los venden a los clientes. La Economía Circular no es algo que podamos incluir en un manual, es más bien una nueva mirada de cada uno de nosotros como empleados sobre lo que hacemos en el día a día en nuestro trabajo, y cómo no, una nueva mirada sobre nuestro comportamiento como ciudadanos.
En Endesa hemos comenzado este cambio, poniendo el foco precisamente en este aspecto, en incorporar e integrar los principios de la Economía Circular en nuestra cultura empresarial. Somos conscientes de que al hacerlo podremos generar un impacto positivo también en el ecosistema con el que interactuamos, proveedores, clientes, universidades, Administraciones Públicas, emprendedores… y al hacerlo así, ejercer un liderazgo agregado.
El principal reto al que nos enfrentamos como compañía del sector energético en los próximos años es la transición energética. Nos dirigimos hacia una energía descarbonizada.
Este enfoque hacia la descarbonización se apalanca en dos pilares fundamentales. Desde el punto de vista de la generación, el progresivo cierre de las centrales de carbón y su sustitución por generación renovable lo que, sin duda, supondrá una generación de electricidad libre de emisiones. Por el lado de la demanda, impulsando la electrificación de los usos. Es necesario reorientar la demanda y aumentar el peso específico de la electricidad en el consumo energético del conjunto de la sociedad. En concreto, urge abordar la electrificación del sector del transporte y de la edificación.
Sin embargo, para alcanzar un modelo circular debemos tener en cuenta no solo el flujo de energía, sino también el flujo de activos y materiales en todos los procesos, y reaprovecharlos introduciéndolos en nuevos ciclos productivos. Igualmente, debemos diseñar nuevos modelos de negocio que nos permitan mantener el valor de los productos y materiales el mayor tiempo posible, incrementando también su factor de utilización. En definitiva. repensar nuestro modelo en toda su cadena de valor con el objetivo de optimizar los flujos económicos y ecológicos de los materiales.
Siguiendo esta línea, en Endesa estamos incorporando los principios de la Economía Circular con una doble perspectiva. De una parte, incorporando este nuevo paradigma en nuestra propia cadena de valor a través de un enfoque circular que incluye tanto a proveedores como clientes. De otra, impulsando el desarrollo de un ecosistema con otros agentes, tanto públicos como privados, de manera que más allá de la implantación de los principios de la Economía Circular en nuestro proceso industrial, podamos contribuir de forma muy activa al desarrollo de un nuevo modelo económico en el mercado ibérico y al desarrollo de la Estrategia Española de Economía Circular.
Nuestra visión integra toda la cadena de valor, desde los aprovisionamientos hasta las soluciones finales para los clientes, pasando por la descarbonización de las centrales de generación de electricidad y la “smartización” de las redes de distribución. Y se está aplicando con enfoques específicos en las diferentes unidades de la compañía.
Para poder abordarlo con éxito hemos puesto en marcha una ambiciosa iniciativa, una “Comunidad de Economía Circular”, integrada por personas de las distintas líneas de negocio de la compañía y áreas soporte, convencidas de que el cambio es posible y decididas a ponerlo en marcha. Este equipo, arropado por el compromiso de la Alta Dirección de la Compañía, está dando los primeros pasos en algo que estamos seguros formará parte de nuestro ADN, un paso más hacia el desarrollo de una economía sostenible.