La crisis desencadenada por la pandemia del Covid-19 ha generado una gran ola de compromiso por parte de las empresas españolas, al tiempo que les ha requerido adecuar sus estructuras y su organización a la brusca caída de la actividad y a la necesidad de confinamiento.
Desde grandes empresas hasta multitud de pymes han desarrollado iniciativas de apoyo a los colectivos más afectados por la enfermedad y a los profesionales que en primera fila luchan contra ella. Así, grandes y pequeñas empresas de textil han adaptado su cadena de valor y han pasado a producir batas y mascarillas, grandes empresas de cosmética se han puesto a producir geles sanitarios, compañías de restauración han donado comida para el personal sanitario, y así numerosos ejemplos.
En nuestro caso, desde el comienzo de la actual crisis, en Mutua y la Fundación Mutua Madrileña nos hemos puesto en marcha para apoyar y responder a las necesidades de nuestros grupos de interés. En conjunto, nuestras ayudas para los afectados por la crisis del Covid-19 se elevan ya a 50 millones de euros.
Nuestra primera premisa ha sido salvaguardar, antes que nada, la salud de nuestros profesionales y poner todos los medios posibles para que, en un tiempo récord, pudieran seguir prestando servicio a nuestros asegurados desde sus domicilios. También hemos destinado 25 millones de euros para asumir parte del coste del seguro de nuestros asegurados de auto y moto que pierdan su trabajo y de los autónomos que hayan cesado su actividad. Por otra parte, también estamos ofreciendo vehículo de sustitución gratis a nuestros mutualistas que trabajen en actividades esenciales del sector sanitario y de las fuerzas de seguridad del Estado.
En cuanto a nuestros colaboradores, vamos a adelantar casi 20 millones de euros
a 1.700 de nuestras pymes proveedoras (con cerca de 30.000 trabajadores), con el objetivo de dotarlas de la liquidez necesaria para superar la situación de inactividad y falta de ingresos.
A estas medidas se añaden también las iniciativas de acción social emprendidas por Fundación Mutua Madrileña para ayudar a los colectivos más vulnerables y apoyar la investigación médica por valor de un millón de euros y los cuatro millones de euros que Mutua Madrileña ha aportado al fondo solidario del sector asegurador en apoyo del personal sanitario.
Queda claro que la respuesta de las empresas obedece a un impulso solidario, pero también es el reflejo de que nuestro compromiso con la sostenibilidad no es solo una declaración de intenciones, sino que es nuestra forma de actuar. Podría decirse, en suma, que esta crisis es un “test” de la calidad de la RSC de las empresas españolas.