El mandato de la Agenda 2030, asumido por 195 países hace dos años, es claro e univoco: en poco más de 13 años debemos lograr una transformación radical de nuestros sistemas económicos, sociales, políticos, educativos y culturales para erradicar la pobreza, el hambre, la desigualdad y propulsar una economía baja en carbono -entre otros desafíos-.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son certeros en su llamamiento a la acción de Estados, sector privado, sociedad civil y sector académico. Sin la acción conjunta de todos estos actores, la transformación que requiere nuestro mundo para poder alcanzar un desarrollo sostenible corre el riesgo de quedar limitada a buenas intenciones.
Para evitar este riesgo y fortalecer la colaboración entre diferentes entes, el ODS 17 aboga por la creación de alianzas público privadas para capturar flujos de financiación, crear sinergias y transferir conocimientos, entre otros aspectos. En el informe que presentamos hoy en Forética, “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible dos años después; ¿dónde nos encontramos?”, mostramos cómo de la consecución de este ODS, depende, en gran parte, la consecución del resto de objetivos.
Un ejemplo de ello, es ver cómo el avance de determinados países en términos de ODS va, en algunas ocasiones, en detrimento de que otros lo hagan. Indicadores como el CO2 o el agua de acuíferos importados por los países desarrollados, visibilizan las externalidades negativas que el estado de bienestar de algunas sociedades genera en otras.
En cuanto a la actuación del sector privado, muchas son las empresas que han manifestado su compromiso con los 17 objetivos, 169 metas y 232 indicadores asociados. Encontramos, desde declaraciones específicas por parte de los responsables de RSC en foros o en la web corporativa, hasta declaraciones a nivel macro por parte de los máximos responsables de la organización, e incluso, incorporándolos en los roadshows con inversores institucionales. También se han realizado aproximaciones sectoriales, desde el punto de vista de la cadena de valor o de la matriz de materialidad global de la compañía. Aunque lo ideal, por supuesto, es la creación y ampliación de soluciones sostenibles e innovadoras que, a través de los propios negocios de las organizaciones, contribuyan al desarrollo sostenible.
El siguiente paso a la puesta en marcha de iniciativas es su medición y reporting. En este sentido, la herramienta del SDG Compass ofrece entre otros materiales, un listado de indicadores recogidos de diferentes iniciativas a través de los cuales se puede desglosar la contribución de las empresas a cada una de las metas. Recientemente, Global Reporting Iniative y el UN Global Compact han publicado un nuevo documento An Analysis of the Goals and Targets para facilitar la rendición de cuentas de las empresas respecto a su aportación a esta iniciativa global y que será complementada con otra guía más profunda en 2018.
Les iremos informando de las novedades que vayan surgiendo en éste y otros sentidos para que juntos, con mayor información y mayor poder de sensibilización, seamos motor de cambio social.
Desde Forética estamos ayudando a nuestras empresas socio a alinear su estrategia con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en función de su relevancia (materialidad) para la empresa así como su capacidad de impacto. Asimismo, trabajamos en este ámbito con el WBCSD a nivel global y CSR Europe en Europa, y también en sinergia con el BID en Latinoamérica.
Puedes descargar el documento: «Los Objetivos de Desarrollo Sostenible dos años después; ¿dónde nos encontramos?»