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Cómo cuantificar los objetivos de reducción de emisiones considerando las variables de negocio

En la actualidad, a las empresas se les presenta un problema a la hora de definir planes de objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, debido principalmente a la complejidad que conlleva integrar la influencia de la evolución de las diferentes variables de negocio de la compañía y la contribución de cada una de las medidas de reducción al plan.

A la hora de adquirir compromisos de reducción de emisiones, las compañías están obligadas a analizar cómo las previsiones de sus variables de negocio pueden influir en los objetivos fijados y lo que es más complicado, en qué medida contribuye cada una de las medidas de reducción previstas a la consecución de estas metas, a nivel de cada unidad de negocio y país en el que opera. Esta tarea no es sencilla y en este artículo, desde la experiencia de CREARA, se ofrecen algunas pistas de cómo hacerlo con seguridad y confianza.

De entre todas las posibilidades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el corto, medio y largo plazo, las medidas de eficiencia energética resultan las más efectivas, tal y como lo establece la Agencia Internacional de la Energía en su documento “Energy, Climate Change & Environment – Insights 2016”. Así, en el escenario 2DS, en el que se limita a 2°C el aumento de la temperatura mundial en 2050, se ha determinado que las mejoras en eficiencia energética podrían llegar a suponer una reducción del 38% sobre las emisiones totales a evitar, seguido por la implementación de renovables (32%), el almacenamiento y captura del carbono (12%) y la energía nuclear (7%). En esta misma línea, el último informe del Carbon Disclosure Proyect “Climate Change Report Iberia 2016 también posicionó a la eficiencia energética en primera posición de las diferentes iniciativas de reducción de emisiones,  durante el periodo 2015-2016.

Una vez confirmado que la eficiencia energética es el principal camino para reducir las emisiones, es necesario cuantificar la manera en la que las medidas de eficiencia energética van a contribuir a los planes de objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. Para ello, la compañía deberá tener en cuenta durante todo el proceso que es necesario analizar de manera exhaustiva lo que ocurrió en el pasado para poder determinar qué ocurrirá en el futuro, y por tanto actuar en consecuencia.

En primer lugar, es necesario conocer en profundidad todas las divisiones y subdivisiones que deberían estar involucradas en un proyecto de estas características, así como sus funciones dentro de la compañía, de cara a recopilar todos los datos necesarios que permitan pasar al segundo paso, que consiste en hacer proyecciones del consumo energético y de las emisiones para el año objetivo. Para ello, se llevará a cabo un análisis matemático que identifique las relaciones existentes entre los consumos energéticos y las principales variables de negocio de la compañía de años previos, que permitirá elaborar proyecciones sólidas del consumo energético y de las emisiones de gases de efecto invernadero esperados en el medio plazo. Este escenario será el denominado Business As Usual y representará la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año objetivo, en el caso de que no se aplique ninguna medida de eficiencia energética.

La tercera fase consiste en determinar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que puede derivarse de la implementación de las potenciales medidas de eficiencia energética, en cada una de las divisiones y países en los que opera la compañía. En el contexto actual, las grandes empresas disponen de una batería de medidas de ahorro energético identificadas y cuantificadas a partir de las auditorías energéticas exigidas por el Real Decreto 56/2016. Para tener cabida dentro del plan de objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, estas medidas deben estar priorizadas de acuerdo a los planes estratégicos de la empresa a futuro, así como a su inversión comprometida relacionada con la reducción de emisiones o la eficiencia energética.

Una vez caracterizadas, priorizadas y contabilizados los ahorros de las medidas de eficiencia energética, se podrá definir un segundo escenario de emisiones de gases de efecto invernadero, Most Likely Scenario, que muestra las tendencias esperadas en emisiones, para cada una de las instalaciones y países objeto del proyecto.

De este modo, la empresa estará en disposición de alinear su carbón pathway con el del sector en el que opera para evitar el escenario 2DS, de acuerdo con la metodología Sectoral Decarbonization Approach, la cual proporciona las herramientas necesarias para establecer la trayectoria de emisiones de una empresa a 2050, tanto si su comportamiento económico está directamente relacionado con un indicador de actividad (i.e. superficie en m2) como si opera en un sector heterogéneo (se requiere más de un indicador de actividad.

Es importante que este proyecto lleve asociado un modelo interactivo y actualizable, que permita revisar continuamente la contribución de los potenciales cambios, tanto de las variables de negocio como de las medidas de eficiencia energética, al plan de objetivos de reducción de gases de efecto invernadero de la compañía.

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