El pasado 5 de octubre de 2016, 11 Partes (10 estados y la Unión Europea) depositaban sus instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión al Acuerdo de París en la Sede de Naciones Unidas en Nueva York. Se superaba así el umbral establecido para la entrada en vigor del acuerdo: “al menos 55 Partes que supongan el 55% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI)”. Y todos hemos podido seguirlo casi en directo a través del gráfico de la secretaría de la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
De este modo, el Acuerdo de París entra en la historia con un doble récord: ser el acuerdo internacional que más países han firmado el primer día de su puesta a disposición para firma (175 Partes -174 países y la Unión Europea-) y por entrar en vigor en menos de un año de su adopción en la COP 21 celebrada en París. Así, el próximo 4 de noviembre de 2016 entra en vigor el acuerdo, lo que supone por una parte que entra en funcionamiento su órgano de gobierno (CMA), que tendrá lugar en la COP 22 de Marrakech del 7 al 18 de noviembre, y por otro que los planes nacionales de acción climática (conocidos formalmente como las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional -INDC, por sus siglas en inglés) se transformarán en contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC).
Su entrada en vigor disminuye, además, las posibilidades de que el pacto pueda ser deshecho por algún país en caso de tener lugar un cambio de Gobierno, pues el documento contempla una norma que impide “denunciar el tratado” (en derecho internacional: renunciar) en los primeros tres años desde la entrada en vigor.
El siguiente paso clave pendiente aún es la elaboración del reglamento para la implementación del Acuerdo de París que será un modelo a escala global para reportar y rendir cuentas de las medidas climáticas. Con este reglamento se generará la confianza y seguridad necesarias entre las naciones para que éstas intensifiquen su respuesta a los retos del cambio climático de manera integral.
Con todo esto parece claro que el claim del CSR Spain que celebrábamos el 28 de septiembre, cobra aún más fuerza: “Tiempo para la Acción”. Desde luego en materia de cambio climático definitivamente es el momento, aquí y ahora. Como dijo Ban Ki-moon, secretario general de la ONU “Lo que antes parecía impensable, ahora es imparable”. Tanto las empresas, como las administraciones y el tercer sector, son importantes en la lucha contra el cambio climático. La colaboración entre ellas y la firme convicción de que no existirá otra manera de operar, de avanzar, que no sea teniendo en cuenta el cambio climático y la sostenibilidad en la estrategia, es hoy una realidad, y así lo veíamos en la sesión “Escenario post París. Claves de la actuación empresarial frente al cambio climático” (aquí está disponible el vídeo con las mejores imágenes del foro).
Las empresas, fiel aliado de los países
Las empresas se presentan, por tanto, como un fiel aliado de los países para alcanzar los objetivos previstos. Así lo reconoce el Acuerdo de París en su artículo 6 y algunas de las claves de la acción podemos encontrarlas en este documento de Forética.
En España, ya son muchas las grandes empresas que cuentan con un firme compromiso de lucha contra el cambio climático que se materializa en estrategias, planes y acciones concretas que les permiten controlar sus riesgos, mejorar su desempeño en materia ambiental y además, servir de referencia a otras empresas y organizaciones de su cadena de valor.
36 de estas empresas conforman el Clúster de Cambio Climático que desarrolla Forética como único partner en España del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD). El objetivo común que compartimos en el Clúster es trasladar las principales tendencias y conversaciones a nivel mundial en esta materia y servir de punto de encuentro empresarial en liderazgo, conocimiento, intercambio y diálogo. De esta forma, entendemos, contribuimos a cumplir y avanzar en el llamamiento a empresas que se hace desde Naciones Unidas en el Acuerdo de París. Las empresas que participan hasta la fecha representan el 31% de las empresas cotizadas en el Ibex 35, filiales de multinacional o empresas familiares así como una representación mayoritaria por parte de sectores como las finanzas, los seguros, la alimentación, la distribución o la energía.
Durante este año, como no podía ser de otra manera, se han analizado las implicaciones y oportunidades de la ratificación y entrada en vigor del Acuerdo con expertos internacionales y se han iniciado trabajos técnicos sobre el concepto, aplicación e implicaciones del precio de carbono (carbon pricing), dando como fruto un documento que verá la luz el día 15 de noviembre. Además, se han llevado a cabo sesiones de diálogo entre las empresas y los grupos de interés relevantes del sector ambiental en España. Para el año 2017 nuevas empresas pueden sumarse a este grupo para contribuir a ampliar el alcance e impacto de sus acciones (más información aquí).