Ricardo Trujillo – Project Manager. Responsable del Área de Lugar de Trabajo de Forética
Poco a poco, se va recuperando la actividad tras el parón del verano, y son muchos los elementos que van a definir la actualidad de la RSE este otoño. Temas como el Cambio Climático, el impulso hacia una fiscalidad responsable o la importancia, cada vez mayor, de los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) entre los inversores, van a ocupar una gran parte de las agendas de las compañías.
Un nuevo marco europeo de reporte en sostenibilidad
Uno de los elementos más destacados, por la inmediatez y relevancia de los cambios esperados, está directamente vinculado a la entrada en vigor del nuevo marco europeo de reporte en sostenibilidad.
La, ya “vieja”, nueva Directiva sobre divulgación de información no financiera y diversidad (Directiva 95/2014/UE) fija una serie de obligaciones de reporte a determinado tipo de grandes empresas de más de 500 empleados y de interés público, que han de ser tenidas en cuenta de cara a desarrollar las estructuras de reporte para recopilar la información en 2017 y poder cumplir con las nuevas obligaciones a lo largo de 2018.
Esta Directiva exige reportar, con ciertos matices, sobre los riesgos e impactos que estas compañías tienen en aspectos extrafinancieros. Se trata de un reporte adicional al de los estados financieros, que incluyen aspectos ambientales (tales como emisiones de gases efecto invernadero o GEI, utilización de fuentes de energía renovable y consumo de agua, entre otras), aspectos sociales (incluyendo en éstos aspectos como la igualdad, los derechos de los trabajadores, la salud y seguridad en el trabajo o la atención a las comunidades locales) y los aspectos de gobernanza (que abarca elementos claves como la corrupción, los derechos humanos o el soborno).
La trasposición. Un proceso incompleto
Esta normativa europea debe ser traspuesta a los ordenamientos jurídicos nacionales, por cada uno de los Estados miembro de la Unión, antes del plazo de entrada en vigor de la misma, marcado, en este caso, para el 6 de diciembre de este mismo año.
Hasta el momento, únicamente hay 2 países europeos que han oficializado esta trasposición, pero, con toda seguridad, en los próximos meses veremos cómo otros muchos culminan este proceso a tiempo para llegar al plazo marcado por la UE.
En el caso de España la transposición está siendo liderada por el ICAC, Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (organismo autónomo dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad) y actualmente se encuentra redactando el primer borrador, que será presentado y completado por un grupo de trabajo compuesto, entre otros, por representantes de distintos Ministerios como el de Justicia, Empleo o Agricultura.
El documento “Avanzando hacia un nuevo marco regulatorio de transparencia. Estudio sobre la adaptación de la Directiva de divulgación de información no financiera y diversidad (2014/95/EU)”, elaborado por el equipo de Forética y que ha contado con el apoyo de Bankia, analiza en profundidad, tanto las implicaciones de la Directiva, como los modelos de trasposición seguidos en distintos países europeos.
Este informe, de recomendable lectura, es un documento imprescindible para comprender los aspectos más globales de la transparencia a nivel europeo y estar preparado para los nuevos modelos de reporte de aspectos no financieros.