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Forética te trae la palabra del año en sostenibildad

Y la palabra de sostenibilidad en 2023 es…

En nuestro balance final del año le preguntamos al equipo de Forética cuál cree que ha sido la palabra de 2023 en sostenibilidad teniendo en cuenta su conocimiento y la interacción con nuestros más de 200 socios y la presencia en grupos de referencia nacionales, europeos o globales o en los foros más relevantes durante el año. En la conversación surgieron varias candidatas prueba de la velocidad y los diversos avances surgidos durante todo el año.

En un primer momento, la palabrainteroperabilidad” fue propuesta por nuestro equipo de gobernanza haciéndose eco de los avances este año (y en los próximos) en materia de reporting ESG y los retos de su digestión, convivencia y compatibilidad con las prácticas actuales en el mercado. Este año nos han ocupado mucho tiempo en Forética anticipar el impacto que a partir de enero de 2024 tienen el contenido de siglas que ya van siendo muy familiares como la directiva de reporting en sostenibilidad CSRD y los estándares ESRS (NEIS) en Europa, o en otras jurisdicciones los estándares IFRS S1 e IFRS S2 (EEUU, Brasil o Reino Unido, por ejemplo). En un documento del Cluster de Transparencia de Forética ya mencionábamos que: “el proyecto de los ESRS tiene en cuenta la legislación y las iniciativas europeas e internacionales existentes en materia de sostenibilidad, facilitando la interoperabilidad con diversas normas, como ISSB, TCFD y GRI, para evitar la fragmentación y la duplicidad de esfuerzos en materia de divulgación”.

Otro de los términos que ha resonado mucho en las diferentes reuniones y especialmente al final del año al hilo de la COP 28 de Dubai, como nos mostraba nuestro equipo climático en el resumen para empresas del Cluster de cambio Climático, ha sido tanto el término “phase out” (finalmente no incluido en el texto del acuerdo) como la propuesta final incluida del término transition away” (“transitar para dejar atrás los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de forma justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, con el fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, de acuerdo con la ciencia”).

Los acuerdos que incluyen “triplicar la capacidad mundial de energía renovable” y “duplicar la eficiencia energética” para 2030 muestran que el viaje hacia el net-zero se acelera (lo vemos claramente en los objetivos de nuestras empresas asociadas, su aceleración de planes de transición, o divulgación de riesgos financieros asociados, entre otros), aunque la ciencia reclama que sea a mayor velocidad, saliendo además de un 2023 ya coronado como el año más caluroso de la historia reciente.

Por supuesto, el equipo social de Forética defendió el término “debida diligencia” ante el trabajo preparatorio de muchos de nuestros socios frente a la nueva directiva prevista para 2024 en este ámbito (la CSDDD si queremos más siglas). El equipo de comunicación mencionó también el impacto de la próxima directiva de “greenwashing” (eco-blanqueo) y el grupo de tecnología de Forética se decantaba por “RAI” (Responsible Artificial Intelligence) y su vínculo con los aspectos ESG al hilo del lanzamiento del proyecto del que hablaremos mucho en 2024 “AI ON ESG”.

Finalmente, la propuesta de la palabra (o concepto) “Nature-positive” fue la que acabó generando más consenso en el equipo (asumimos que además es en inglés y la traducción sería casi una frase). Pero lo verdaderamente importante es como en los convenios internacionales se manifiesta la interacción de las crisis gemelas (clima y naturaleza) y la necesidad de acelerar soluciones. La COP 15 de Montreal en diciembre 2022 con el marco global de biodiversidad y su objetivo de proteger el 30% de la tierra y agua en 2030 y la COP 28 de Dubai reconociendo la necesidad y contribución de la naturaleza para mantener el límite de aumento de temperatura en el 1,5 marcado por la ciencia han sido fundamentales.

Este año en Forética hemos constatado que desde el ángulo de sostenibilidad para muchas empresas es momento de la naturaleza y hemos trabajado muy decididamente con las empresas que han elevado la relevancia de sus impactos, riesgos y dependencias frente a la naturaleza incorporando planes más ambiciosos en empresas líderes en los últimos meses y afianzando alianzas internacionales con las principales organizaciones en la materia.

Probablemente en unas semanas veremos el informe de riesgos globales del WEF encabezado por clima y naturaleza, y recordando que, además de un compromiso ético y un imperativo para las empresas, más de la mitad del PIB global depende alta o moderadamente de ecosistemas intactos y sus beneficios.

Por tanto, Nature-positive (parar y revertir la pérdida de naturaleza) es la palabra de 2023 en sostenibilidad para las empresas. ¿Cuál ha sido la vuestra? ¡Feliz 2024!

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