La ética periodística y la inteligencia artificial
Por José Manuel González Huesa
Director General de Servimedia
La tecnología siempre ha provocado profundos cambios en los medios de comunicación. En mi larga experiencia como periodista, llegué a conocer y trabajar en periódicos y revistas vinculados con el papel, la imprenta, la linotipia, la fotocomposición, la fotomecánica o las correcciones con cúter. Un mundo más manual. Y no ha pasado tanto tiempo. Estoy hablando de los años 80 del siglo pasado, hace unos 40 años.
Tuve la suerte de trabajar en Cambio16, la mítica revista de la Transición española donde se dio a conocer a un “opositor” llamado Felipe González, por ejemplo, en una larguísima entrevista. En esta redacción, ya en los años 90, se utilizaron los primeros Macintosh en un medio español. Estuvimos seis meses en prácticas con estos aparatos.
Luego llegaron los desarrollos de las páginas web, las convivencias de las redacciones de papel y digitales, un proceso complejo y con duras reticencias de los periodistas más experimentados. Más tarde, las redes sociales, otro mundo sin fin y con permanentes cambios de estrategia, como ahora está haciendo Twitter, el perfil más periodístico hasta ahora.
Este año ha irrumpido de pleno la inteligencia artificial que ya llevaba tiempo anunciando que iba a cambiar el panorama, pero ni los ingenieros más avispados eran capaces de predecir un avance tan rápido e impactante en todas nuestras vidas.
Llega otra vez una nueva adaptación que siempre se mira con respeto, temor y esperanza a la hora de avanzar. El periodismo conlleva mucho de creatividad, de conocimiento de los trasfondos de los asuntos y también una parte más mecánica. Con la IA tendremos que convivir y sacar el mejor partido de su capacidad. Lo más importante es que siempre habrá que hacer la pregunta más correcta a la inteligencia para poder usar con éxito esta tecnología. Y en esto de saber preguntar los periodistas tenemos alguna experiencia.
Los expertos dicen que la inteligencia artificial puede ayudar a generar una mayor productividad laboral y más consumo y aseguran que “en ningún caso reemplazará a la parte humana”. Pronto, “la IA será capaz no solo de entender y generar texto e imagen, sino también audio y vídeo”, destaca Alberto Granados, presidente de Microsoft España. Y esto puede abrir un campo inimaginable hasta ahora no solo en el sector de los medios de comunicación sino también del cine y las grandes productoras que utilizan las nuevas plataformas para la difusión de sus productos.
La inteligencia artificial está en continua evolución, cada vez más organizaciones aplican la IA para transformar su actividad y la tendencia es que siga creciendo en los próximos años.
Estas soluciones tecnológicas pueden “potenciar la capacidad de los empleados, optimizar sus procesos en base al análisis inteligente de los datos y generar nuevos productos y servicios digitales”, concluye Granados.
La idea es liberar más tiempo para que los periodistas puedan dedicar más tiempo a la creatividad. Los medios de comunicación de todo el mundo están experimentando el uso de la inteligencia artificial con la idea de optimizar tanto los contenidos como la distribución de la información. El uso de la IA puede determinar el paso del periodismo en los próximos años. En esta línea, la ética periodística está por encima de todo, ya que la IA se enfrenta a un desafío que hasta ahora solo pueden hacer los profesionales con muchos años de experiencia y que saben cómo se verifican y contrastan las fuentes de información y las noticias. La exactitud y la fiabilidad de la información pueden resultar muy complicadas para la IA, tal y como ocurre ahora para los periodistas.
¿Cuántas veces hemos sido engañados por una fuente? ¿Cómo te puedes fiar de ella? ¿Quién es la fuente verdadera, aquella que tiene la información? ¿Cómo se aprecian los matices de las medias verdades? Preguntas complejas, incluso, para un profesional. Las dudas también se acrecientan con el uso de los datos personales, un campo donde la privacidad adquiere un grado de preocupación.
La IA puede generar beneficios, alcanzar una mayor eficiencia y adaptar los contenidos a las necesidades de los medios de comunicación. En este campo puede ahorrar tiempo a los redactores en tareas tediosas como la transcripción de entrevistas, la recopilación de datos o la generación de informes, por ejemplo.
Precisamente, la gestión y el análisis de grandes cantidades de datos es uno de los puntos fuertes de la IA que puede ayudar a los periodistas con diferentes tendencias relevantes. Al mismo tiempo, nos permite conocer los intereses, las preferencias de los usuarios. En este campo, se pueden recomendar contenidos informativos adaptados a cada lector, lo que permite aumentar su fidelidad.
Por último, hay campos de gran desarrollo para la IA: la verificación de hechos en grandes volúmenes de información, con el establecimiento de patrones que determinen si una información puede ser errónea.
Y la participación de la IA en la publicidad, para optimizar recursos, analizar datos de audiencias y comportamientos de los usuarios, segmentar y dirigir las campañas de manera más precisa, con el objetivo de alcanzar más eficacia de los recursos. Un terreno que los medios de comunicación necesitan para su supervivencia.
José Manuel González Huesa, Director General de Servimedia
Nacido en Madrid en 1962, empezó su carrera profesional en 1981 en el semanario de sucesos El Caso y en Radio Nacional. Luego trabajó en Cambio 16 y Diario 16 durante 12 años.
Participó en la fundación de La Razón para posteriormente dirigir la Comunicación del Ministerio de Trabajo, Asuntos Sociales y Seguridad Social. Tras ser jefe de prensa de la ONCE, desde 2005 dirige Servimedia siendo el periodista que más tiempo ha estado al frente de la agencia de noticias en sus 35 años de historia y el director de un medio de comunicación madrileño que más tiempo lleva en su cargo.
Ha sido vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape) y presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (Anis), además de conferenciante en diferentes universidades, director de cursos de verano y estudios de comunicación, moderador de encuentros y mesas redondas, y colaborador habitual de Antena 3 y Onda Cero. También es director de la revista Perfiles y de la publicación Cermi.es desde 2005.