La conversación entre Ángela Baldellou, directora gerente del COAM, y Ricardo Trujillo, director de Impacto Social y Capital Humano de Forética, puso de relieve el papel esencial de la vivienda en la construcción de ciudades más equitativas y sostenibles. El acceso a una vivienda digna, saludable y asequible se consolida como una de las grandes palancas para reducir desigualdades y garantizar entornos urbanos habitables.
Vivienda asequible y el desafío demográfico
Baldellou alertó de la brecha existente entre oferta y demanda: “De aquí a 15 años necesitaremos unas 600.000 viviendas para responder al aumento demográfico, pero solo se construirán alrededor de 280.000”. Este déficit, señaló, genera impactos sociales, económicos y ambientales en cadena, incrementando la vulnerabilidad, especialmente en colectivos como los jóvenes.

La directiva del COAM insistió en que la solución pasa por la colaboración público-privada y por un modelo de “affordable housing”, es decir, viviendas cuyo precio no supere el 30% del ingreso mensual. También defendió la necesidad de avanzar hacia las ciudades de 15 minutos, que eviten expulsar a la población del centro urbano y promuevan la proximidad y la cohesión social.
La vivienda como motor de equidad social
Por su parte, Ricardo Trujillo destacó que “la vivienda es un elemento clave en la cohesión social y en la lucha contra la desigualdad”. Recordó el proyecto Madrid 2050, impulsado por COAM, ASPRIMA y Forética, como ejemplo de colaboración multisectorial para afrontar este reto: “las ideas ya las tenemos, ahora hay que empezar a ponerlas en marcha”.

Una oportunidad histórica para repensar las ciudades
La mesa dejó clara la urgencia de actuar frente al reto habitacional y la oportunidad que supone para transformar las ciudades en espacios más habitables, inclusivos y sostenibles. La vivienda asequible se presenta no solo como un derecho fundamental, sino como una herramienta decisiva para garantizar el bienestar, la salud y la igualdad de oportunidades en el futuro urbano.
